viernes, abril 18, 2014

Ata sempre, Gabo.

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo".



Ven de deixarnos Gabriel García Márquez, Gabo, un dos grandes escritores da literatura contemporánea. Probablemente a mellor homenaxe que lle poidamos facer sexa  a da lectura da súa obra. A maxia das súas palabras sempre nos vai acompañar.

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