" - Tenente -dijo Passini-, comprendemos que nos deje hablar. Escuche. No hay nada peor que la guerra. Nosotros, aquí, en las ambulancias, no nos podemos hacer cargo de lo que es. Cuando uno se da cuenta, le es imposible pararla, porque se vuelve loco.
- Sé perfectamente que es terrible, pero tenemos que aguantar hasta el final.
- No tiene fin. Una guerra no termina nunca.
- Claro que sí. Algún día termina.
Passini movió la cabeza.
- La guerra no se gana con la victoria."
Adiós a las armas de Ernest Hemingway
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