martes, julio 24, 2012

Hopper

O verán é, sobre todo, a época do ano na que temos moito tempo libre para adicar ás nosas afeccións. Agora , e ata o 16 de setembro, podemos disfrutar da obra de Hopper (1882-1967) no museo Thyssen. A mostra está composta por 73 cadros e nela tamén podemos admirar obras doutros artistas como Degas ou Valloton.
Persoalmente, gústanme os seus personaxes pensativos en situacións da vida cotiá. Dan a sensación de que sempre pode dedicarse un tempo a un mesmo en calquera situación.

2 comentarios:

Mowyb dijo...

¿Edward Hopper eleva el realismo a la máxima potencia en sus lienzos o, por contra, disecciona la esencia de la realidad con cada pincelada?
En sus obras, por encima de todo, personaliza la esencia última de la verdadera naturaleza dea intimidad de la soledad del ser humano, ya sea esta una sensación o una realidad física.
Quizás a todos nos haga falta dedicarnos un instante, por breve o efímero que sea, frente a una de sus pinturas para concedernos la sarisfacción de descubrirnos. Para percibir, en definitiva, que no hacemos sino autocontemplarnos.
Es el regalo de Hopper: la terapia de diván en la multiplicidad de posibilidades de una paleta de colores.

Biblioteca do IES Pintor Colmeiro dijo...

Estoy de acuerdo con esta afirmación tuya de que probablemente "a todos nos haga falta dedicarnos un instante". En mi opinión, ese sentimiento de soledad se percibe muy claramente en sus pinturas y logra crear cierto misterio.